Mitos sobre el estreñimiento
Nov 12, 2025
El estreñimiento no es solo una molestia… es una alerta del cuerpo
Muchísimas personas conviven con el estreñimiento como si fuera algo normal. Lo silencian con fibra, laxantes o resignación. Pero cuando el intestino no se mueve como debería, el cuerpo lo siente en muchos más niveles de lo que imaginas: piel, energía, sistema inmune, claridad mental e incluso estado de ánimo.
Y lo más grave: abundan los mitos que hacen que lo subestimemos o lo tratemos mal . Aquí vamos a derribarlos uno a uno —y, de paso, a mostrarte qué puede estar ocurriendo detrás de un tránsito lento.
Mito 1 – “Evacuar cada tres días está bien si es tu ritmo”
Este es probablemente uno de los mitos más peligrosos, porque normaliza algo que es una clara señal de alerta. Aunque técnicamente se considera “estreñimiento” a evacuar menos de tres veces por semana, la realidad es que el cuerpo necesita eliminar residuos todos los días .
Cuando no lo haces, las toxinas se reabsorben, los residuos fermentan y la microbiota se altera. Ese ambiente estancado afecta mucho más que tu barriga: se asocia con inflamación crónica de bajo grado, niebla mental, fatiga y hasta alteraciones hormonales.
➡️ ¿Sabías que la inflamación está estrechamente relacionada con el estreñimiento?
Cuando el intestino está inflamado, el movimiento peristáltico se altera, la mucosa se debilita y la digestión se enlentece. En nuestra guía InflamaciOFF te explicamos cómo detectar la lesión silenciosa y qué hacer para revertirla de forma práctica.
Mito 2 – “Más fibra siempre es la solución”
Este consejo está por todas partes, pero no siempre es útil. La fibra puede ayudar, sí, pero no es una solución mágica ni universal . De hecho, en casos de intestino irritable, disbiosis o sensibilidad al gluten, más fibra puede causar aún más inflamación y malestar.
Y hablando de gluten…
➡️ Muchas personas tienen un tránsito lento porque su intestino reacciona negativamente al gluten, sin saberlo. Esto no significa que tengas celiaquía necesariamente, pero sí puede haber una sensibilidad que afecta la motilidad, la microbiota y la integridad de la barrera intestinal.
Nuestra guía “¿Qué pasa con el gluten?” te explica cómo detectarlo, qué síntomas observar y qué alternativas puedes usar sin comprometer tu salud digestiva.
Mito 3 – “Es solo un tema digestivo”
Reducir el estreñimiento a un problema de “tránsito” es simplificar en exceso. El intestino muchas veces es solo un síntoma de lento algo más profundo: inflamación sistémica, alteraciones hormonales, desregulación del eje intestino-cerebro o incluso intestino permeable.
➡️ ¿Qué es el intestino permeable y qué tiene que ver con el estreñimiento? Cuando la barrera intestinal está comprometida, hay una mayor inflamación local, se altera la absorción de nutrientes y el cuerpo entra en un estado de alerta que puede ralentizar la digestión.
Además, suele haber un cambio en la microbiota, lo cual también impacta el tránsito.
Todo esto lo abordamos a fondo en nuestra guía ABC del Intestino Permeable , una herramienta clave si sospechas que tu problema va más allá del simple estreñimiento.
Mito 4 – “Si no me duele, no pasa nada”
El cuerpo tiene una capacidad increíble para adaptarse… incluso a lo que no le hace bien.
Muchas personas no tienen dolor, pero presentan síntomas sutiles como: mal aliento, gases constantes, fatiga mental, granos en la piel, inflamación post comida o mal humor inexplicable.
Y todo eso puede estar vinculado a un intestino que no está eliminando bien lo que debería salir.
➡️ En esos casos, un proceso de desintoxicación puede ser la clave. No hablamos de jugos mágicos ni protocolos extremos. Hablamos de apoyar al hígado, los intestinos, los riñones y la piel para que hagan su trabajo natural de depuración.
Nuestra guía de Desintoxicación te ofrece un enfoque realista y efectivo para apoyar ese proceso y recuperar la ligereza desde adentro.
Conclusión: No es solo una “digestión lenta”… es una oportunidad para mirar más profundo
El estreñimiento no se trata solo de ir o no al baño.
Es una señal del cuerpo de que algo necesita atención. Puede ser inflamación, un intestino dañado, una carga tóxica acumulada o una respuesta negativa al gluten.
La buena noticia es que todo esto tiene solución . Y no necesitas adivinar: puedes empezar con información clara, herramientas prácticas y pequeñas decisiones diarias que desbloquearán tu salud digestiva.
Tu digestión es el centro de tu bienestar. Escucharla, comprenderla y apoyarla es uno de los mejores actos de autocuidado que puedes hacer hoy.